Cuando cumplió cincuenta años, la gran actriz Rosalind Russell dio una fiesta a sus amigos. En la tarjeta de invitación decía: "Por mis cincuenta años". Y una compañera se lo reprochó: "No sé por qué dices que tienes cincuenta años". A lo que Russell contestó: "Pues no puede ser más lógico. Porque los tengo."