A veces la gran pantalla se fija en sucesos reales para tratar de ofrecerlos al espectador  siguiendo escrupulosamente los hechos o bien adaptándolos libremente...

Título:	DE DIOSES Y HOMBRES
Tit. Orig.:	DES HOMMES ET DES DIEUX
Nacionalidad:	FRANCIA, 2010
Dirección:	XAVIER BEAUVOIS
Guión:	XAVIER BEAUVOIS, ETIENNE COMAR
Fotografía:	CAROLINE CHAMPETIER
Música	Cantos religiosos y "El lago de los cisnes" de Tchaikovski
Interpretes:	LAMBERT WILSON, MICHAEL LONSDALE, OLIVIER RABOURDIN, JACQUES HERLIN, SABRINA OUAZANI, GORAN KOSTIC, PHILIPPE LAUDENBACH, XAVIER MALY
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS
Duración:	117 MINUTOS

 Por  JOSÉ MONTESINOS

    A veces la gran pantalla se fija en sucesos reales para tratar de ofrecerlos al espectador  siguiendo escrupulosamente los hechos o bien adaptándolos libremente.
  Lo que propone el francés Xavier Beauvois es la revisión de los sucesos acaecidos en Argelia en 1996 cuando siete monjes son secuestrados y asesinados en la provincia del Tibhirine por un grupo armado opositor al gobierno.
  Esta es la historia que ofrece el director, mostrando el tipo de vida que llevan los monjes, en una congregación que se dedica a cuidar a los lugareños enfermos y sobre todo a su retiro espiritual.
  La película arranca en un casi exclusivo escenario, el monasterio, donde vamos conociendo a los diferentes monjes y su vida entre rezos y labores cotidianas.
  Un buen día unos croatas que se encuentran trabajando en una obra son asesinados sin piedad por un grupo armado, cuyos hostigamientos hacia los extranjeros se hacen cada vez más patentes, obligando al gobierno  a poner sobre aviso a los monjes quienes deciden no abandonar y seguir ofreciendo sus servicios a quién lo necesite, aún a costa de perder sus propias vidas.
  El largometraje ha sido galardonado con el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes, además de ser seleccionado por la Academia del cine Francés para representarle en la próxima edición de los Oscars y haber participado en del Sevilla Festival de Cine Europeo.
  Xavier Beauvois le imprime al filme un ritmo parsimonioso, con secuencias donde la cámara muestra tan sólo planos fijos, lo que hace que la historia, lineal, discurra lentamente.
  La narración va directa a los hechos acontecidos pero éstos se van reflejando a cuenta gotas pues lo que los guionistas ofrecen es el relato de la vida cotidiana y costumbres de la congregación religiosa, pasando de puntillas por los puntos de vista de cada uno de los integrantes ante los sucesos y poco más.
  Diríamos que el director ha querido relatar la historia intimista de los protagonistas por encima del suceso acaecido, dejando ésto como una mera anécdota.
  No hay que quitar merito tanto a la historia como a la realización, pero sí que se podía haber jugado un poco más con la realidad y haber ido nás al grano de la misma, pudiéndose haber obviado algunos momentos y así haber aligerado una cinta que por momentos se hace algo monótona.
  La fuerza de la misma se halla en el reparto elegido para la ocasión donde encontramos algunos nombre conocidos como el de Lambert Wilson o el veterano Michael Lonsdale, bien en sus respectivos cometidos y sobre los que recae el peso de la misma, sobre todo en el primero.