Ante la falta de ideas de Hollywood está claro que hay que echar mano de títulos que hayan tenido el favor del público para continuar exprimiendo...
| Título: | INFILTRADOS EN LA UNIVERSIDAD |  |
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Tit. Orig.: |
22 JUMP STREET | |
| Nacionalidad: | EE.UU., 2014 | |
| Dirección: | PHIL LORD, CHRISTOPHER MILLER | |
| Guión: |
MICHAEL BACALL, OREN UZIEL, RODNEY ROTHMAN |
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| Fotografía: |
BARRY PETERSON |
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| Música |
MARK MOTHERSBAUGH |
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| Interpretes: |
JONAH HILL, CHANNING TATUM, PETER STORMARE, WYATT RUSSELL, AMBER STEVENS, JILLIAN BELL, ICE CUBE, THE LUCAS BROTHERS, NICK OFFERMAN, JIMMY TATRO, SETH ROGEN |
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| Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
| Duración: |
112 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
Ante la falta de ideas de Hollywood está claro que hay que echar mano de títulos que hayan tenido el favor del público para continuar exprimiendo la gallina de los huevos de oro.
Esto vuelve a ocurrir con “Infiltrados en clase” que no era otra cosa que a la adaptación a la pantalla grande de la serie televisiva de los años ochenta “21 Jumper street”.
Ahora, justo dos años después del estreno de aquella, se nos ofrece una continuación de las andanzas de los personajes centrales, introduciéndolos en esta ocasión en la Universidad.
Schmidt y Jenko son enviados a la Universidad para encontrar al camello que trafica con una nueva droga llamada Why Fhy y que ya ha ocasionado una muerte en el campus.
Dicho y hecho, los dos colegas policías vuelven a rebajarse su edad y a comportarse como antaño para introducirse nuevamente en las juergas que se celebran en las fraternidades con tal de encontrar lo que buscan.
No hay más que contar de la historia de esta película, ya que con estas breves líneas está dicho todo y hasta hubiesen bastado menos, ya que se trata de una repetición de la anterior, lógicamente cambiando el escenario de un colegio por una Universidad, e incluso los guionistas se vanaglorian de ello en varias ocasiones ya que lo reconocen en el guion.
En el de esta secuela han intervenido tres guionistas basándose en el argumento ideado por Jonah Hill en compañía de Joe Gazzam, que lo único que han tenido que hacer es coger la trama de la primera, remozarla un poco e introducirle nuevos chistes y situaciones cómicas.
Hasta ahí llega la pésima labor de los guionistas porque no se puede componer una historia que resulte más aburrida y zafia como ésta.
No hay nada de coherente en el guion, es más, el espectador medio termina cansado de tanta idiotez y tanto lucimiento, sobre todo de Jonah Hill, aunque claro si él es uno de los responsables de la escritura, era lógico por otra parte.
Los directores Phil Lord y Christopher Miller, que comenzaron con buen pie gracias a la cinta de animación “Lluvia de albóndigas”, bajaron un escalón con su siguiente filme, precisamente la antecesora de esta mamarrachada, para continuar con la correcta “La lego película” y terminar por descender a los infiernos con esta grosería a la que para nada se le puede llamar cine.
Si lo que se nos muestra en este largometraje es cine, mejor retirarnos porque los directores se encargan de llevarnos por casi dos horas de mal gusto, con un relato plano, sin argumento, sin historia, repitiendo clichés que no interesan a nadie.
No cabe duda de que el equipo técnico y artístico se lo ha debido pasar bomba mientras la rodaban, pero el resultado no puede ser más penoso y lamentable.
Jonah Hill, uno de los precursores de la nueva comedia americana, resulta del todo ridículo e inclasificable en este film, donde se desmelena a gusto. No nos extraña ya que además de ser el protagonista también se ha encargado del guion y por si fuese poco es uno de los productores.
Este actor nunca ha sido santo de nuestra devoción, hay que reconocerlo, pero se empeña en no mejorar, sino todo lo contrario, en empeorar con cada nuevo trabajo su ya de por si lamentable curriculum.
Junto a él un desatado Channing Tatum, en la peor interpretación que le conocemos a este joven actor, que no es que sea un figura pero al menos ha tenido mejores papeles que el que aquí desempeña.
Y para rematar no sabemos cómo el habitual secundario Peter Stormare y el rapero Ice Cube han dado el sí para intervenir en una cinta de tan mal gusto como la que nos ocupa.
No nos extrañaría que hubiese una nueva continuación de las andanzas de estos dos polis gamberros ante los resultados norteamericanos obtenidos con algo más de cien millones de dólares recaudados e incluso en los títulos de crédito finales bromean con tal cosa.
Si esto es cine que baje Dios y lo vea.
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