Seguimos maldiciendo la moda de rodar cámara a mano con no sabemos qué peregrina idea de dar mayor veracidad o acercamiento a una realidad...

Título:	ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL INFIERNO
Tit. Orig.:	AS ABOVE, SO BELOW
Nacionalidad:	EE.UU., 2014
Dirección:	JOHN ERICK DOWDLE
Guión:	JOHN ERICK DOWDLE, DREW DOWDLE
Fotografía:	LEÓ HINSTIN
Música	KEEFUS CIANCIA
Interpretes:	PERDITA WEEKS, BEN FELDMAN, EDWIN HODGE, FRANÇOIS CIVIL, MARION LAMBERT, COSME CASTRO, ALI MARHYAR, THÉO CHOLBI
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS
Duración:	93 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

    Seguimos maldiciendo la moda de rodar cámara a mano con no sabemos qué peregrina idea de dar mayor veracidad o acercamiento a una realidad que en definitiva es falsa y que lo único que produce es mareo al espectador, imágenes inútiles, desechables en cualquier elemental montaje, fragmentos en negro, cuando muchas de las veces ese uso no está justificado.
 Por otra parte hay una cámara llamada steidecan que evita las vibraciones aunque se lleve a mano, que parecen desconocer.
 Una vez más nos encontramos con una historia rodada de esa forma en la que un grupo de seis jóvenes se adentra en las enormes catacumbas que hay bajo la ciudad de París, donde reposan millones de huesos humanos sin catalogar, en busca de un pretendido tesoro.
 A lo largo de centenares de kilómetros de las tortuosas catacumbas, ese grupo de exploradores se aventura y acaba averiguando cuál era la verdadera función de esta ciudad de los muertos.
 Scarlett Marlowe es la arqueóloga que ha dedicado buena parte de su vida a buscar la piedra filosofal de Nicolas Flamel con la que, según la leyenda, puede convertir cualquier metal en oro.
 Tras la muerte de su padre, que también iba tras ella, eso se convierte en una obsesión y según sus averiguaciones se encuentra en el subsuelo parisino.
 Del guion de esta película nos quedamos con los primeros minutos en los que la arqueóloga hace sus deducciones acerca de dónde se puede encontrar lo que busca que, aunque sea pura leyenda, resultan curiosas, como también ocurre durante su recorrido por las catacumbas.
 La cuestión empeora cuando empiezan a ocurrir cosas extrañas y a descender por pozos increíbles, laberínticos corredores por los que prácticamente se pierden y ya el colmo es cuando la susodicha piedra cura las heridas más profundas, aunque no pueda resucitar a los muertos.
 Como suele ocurrir en estos casos cada uno de los elementos del grupo tiene un secreto, un defecto, un problema, padece de claustrofobia o una ambición y como también es natural, se producen bajas, constituyendo parte del escaso interés saber los que quedarán con vida.
 Hay situaciones que no tienen sentido como encontrar allí un piano que además para colmo aún suena y está afinado o alucinaciones que hacen ver un coche ardiendo en medio de las catacumbas o visiones de seres queridos ya fallecidos.
 Tan perdidos como estaban dentro y qué rápidamente encuentran la salida en medio de París.
  Es la primera vez que se ha autorizado a rodar en las catacumbas de París.
 Al frente del reparto está la actriz galesa Perdita Weeks que resulta muy agradable asumiendo el papel con sencillez.
 No acabamos de entender cómo se siguen haciendo films como éste, con bajo presupuesto, rodado en menos de dos meses, con actores casi desconocidos, pretendidamente de terror, para asustar a ingenuos jóvenes espectadores.
 Por otra parte tiene una fotografía bastante aceptable, sobre todo al comienzo.
  John Erick Dowdle es conocido entre nosotros por haber hecho la versión americana de 'Rec', que tituló 'Quarantine' (2008) que era la cuarta vez que se ponía tras la cámara a la que siguió 'La trampa del mal' (2010) y ahora ésta de la que ha hecho el guion con su hermano Drew Dowdle.
 Dado su escaso interés su estreno no debe tener otra finalidad que la posterior edición y venta en DVD.